Tuvimos la enorme suerte de conocer Ecuador, su gente, su vida, sus problemas, sus avances, de meternos de lleno en esa cultura, ¿cómo olvidarlo? Una experiencia así solo se entiende si se vive. Aún no sé qué responder cuando me preguntan qué tal fue, porque ninguno lo sabemos explicar totalmente, por mucho que hables no puedes expresar lo hondo que te ha calado lo que allí viste y viviste.
Por eso creo que es algo que debería hacer mucha más gente. Aparte de toda la conciencia que tomas, es la mejor forma de conocer un país. Es cierto que no hemos cambiado el mundo, pero sé que esto nos ha hecho crecer, ser mejor personas y entender mejor cómo funciona nuestra tierra, por qué se habla de injusticias, de exclusión, de violencia
Gracias a mis compañeras, de las que tanto he aprendido, y gracias a Setem, que nos ha arropado en nuestro viaje desde el principio. . «El mundo está oscuro, ilumina tu parte».
Este es el testimonio de Lucía, una de nuestras voluntarias de Campos de Solidaridad. ¿Quieres ver más testimonios?